Arte griego del período clásico tardío

 

Introducción

Este período se desarrolla en el siglo IV a.C., tras la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) que enfrentó a la Liga de Delos, capitaneada por Atenas, y la Liga del Peloponeso, capitaneada por Esparta. En consecuencia nada va a ser igual, este episodio introduce un cambio social y consecuentemente artístico.

Estos son algunos de los resultados:

  • Decadencia económica.
  • Saqueo de los tesoros de los templos.
  • Tras la guerra hay una gran cantidad de esclavos y muy pocos pudientes, por lo que se produce una decadencia de las costumbres y el equilibrio social se rompe.
  • Surge una nueva potencia, Macedonia.

Desde el punto de vista del arte también se producen una serie de cambios:

  • Se abandona la temática Heroica.
  • Los motivos de moda son temas cotidiano y sensuales.

Arquitectura

Como consecuencia de los problemas acontecidos, se produce un relevo arquitectónico y las grandes obras dejan de centrarse en Atenas y pasan a realizarse en las ciudades griegas del Asia Menor. Se impone definitivamente el orden jónico, lo que no significa que se abandone de forma radical el orden dórico. Nace una derivación del orden jónico el, mal llamado, orden corintio, puesto que en realidad sólo se modifica el capitel. Este orden se introduce inicialmente en la decoración interior de los edificios. Sus comienzos son tímidos.

En estos momentos podemos hablar ya de una arquitectura civil consolidada, se construyen:

  • Ágoras o plazas públicas.
  • El pritaneion, lugar en el que se ejercía la magistratura suprema.
  • El bouleuterion o sala de consejo en la que se reunían la asamblea de ancianos.
  • Teatros.
  • Estadios.
  • Monumentos funerarios.

La mayor cantidad de tipología constructiva del siglo IV generará una arquitectura más rica y variada que en épocas anteriores.

En lo que se refiere a la arquitectura religiosa aparecen los templos circulares denominados tholos específicos del siglo IV a.C. Dentro de lo que podríamos considerar templos tradicionales, rectangulares, contamos con cinco, dos de ellos en la Grecia continental y otros tres en Asia Menor:

  • En la Grecia continental encontramos:
    • El templo de Atenea y Alea en Tegea.
    • Templo de Asklepios - Epidauro.
  • En Asia Menor:
    • El nuevo templo de Artemisión en Éfeso.
    • El templo de Atenea Polias de Prieme.
    • El templo de Apolo en Dídima.

En cuanto a templos circulares o tholoi contamos con tres en los santuarios de:

  • Delfos.
  • Epidauro.
  • Olimpia.

De arquitectura civil contamos con los siguientes ejemplos:

  • Teatro de Dioniso en Atenas.
  • Teatro de Epidauro.
  • Linterna de Lisíkrates (monumento honorífico) en Atenas.
  • Mausoleo de Halicarnaso (monumento funerario).
  • Los estadios.

En primer lugar haremos referencia a los templos rectangulares que encontramos en la Grecia Continental.

Planta del templo de Atenea Alea

El Templo de Atenea Alea en Tegea estaba dedicado a la diosa Atenea Alea, este epíteto hace referencia al rey mítico de Arcadia, Aleo, fundador del culto a esta deidad. La ciudad de Tegea se encuentra en el Peloponeso. Se trata de un edificio realizado en mármol, hexástilo de 6 x 14 y de orden dórico, hoy totalmente destruido. Tenía la particularidad de que en el interior de la naos aparecían siete semicolumnas de orden corintio adosadas en cada una de las paredes laterales. Éste es uno de los casos tempranos de utilización del orden corintio como motivo decorativo del interior. El autor de la decoración fue Scopas.

Templo de Asclepio

El segundo ejemplo es el Templo de Asclepio o Asclepeion en Epidauro. Estaba dedicado al dios griego de la medicina (el dios Esculapio romano). Es un templo hexástilo de 6 x 11 y de orden dórico. Es obra de un arquitecto local llamado Teódoto. Un rasgo que podríamos considerar anti-clásico es la carencia de opistódomos. Su interior albergaba una estatua crisoelefantina (oro y marfil) del dios Asclepio atribuida a Trasímedes de Paros.

Planta templo de Artemisa

Ya en Asia Menor nos encontramos con el nuevo Templo de Artemisión en Éfeso. En la actualidad no quedan restos del templo, fue destruido por los godos en el año 262. En ese lugar ya existía un templo del siglo VI a.C. de orden jónico. En la segunda mitad del siglo IV, en el 323 a.C., sobre los restos del antiguo templo se construyó el que ahora nos ocupa que imitó las dimensiones y proporciones del anterior, destruido por un incendio en el 356 a.C.. Estaba dedicado a la diosa Artemisa y también fue conocido por los romanos como Templo de Diana. Se trataba de un importante templo de dimensiones gigantescas, un edificio díptero con 130 columnas de orden jónico. Un elemento escultórico novedoso fueron los relieves que presentaban las dos primeras fias de columnas en su parte inferior. Este nuevo templo fue considerado como una de las siete maravillas de la antigüedad. Sus arquitectos fueron posiblemente Paionios de Éfeso y Deinócrates, este último, el favorito de Alejandro Magno. En la decoración escultórica participó Scopas.

Templo de Atenea Polias

El Templo de Atenea Polias en Priene estaba situado en una zona estratégicamente bella con vistas al mar, construido sobre una plataforma artificial realizada con un potente almohadillado. Se trata de un templo hexástilo de orden jónico. Fue dedicado a Alejandro Magno en el año 330 a.C.. Su interior albergaba una copia de la Atenea Parthenos de Fidias.

Templo de Apolo

Por último el Templo de Apolo en Dídima. Situado cerca de Mileto, era un templo de enormes dimensiones. Se levantó con la intención de rivalizar arquitectónicamente con el templo de Artemisión. Su arquitecto fue Paionios de Éfeso.

Planta templo Apolo

Se trata de un templo de extrañas características. Sus dimensiones eran enormes, díptero de 10 x 21, las columnas de orden jónico alcanzaban los treinta metros de altura. Pero lo más sorprendente era su interior. Tenía un pronaos muy profundo de 4 x 3 columnas jónicas, tras él se accedía a una plataforma a través de una escalera, en ese lugar se encontraban dos columnas corintias y tanto la cella como la naos se encontraban al aire libre, aproximadamente cincuenta metros de templo interior sin techado. Al fondo de este patio se levantaba un templo próstilo, tetrástilo (4 columnas) de orden jónico, donde se situaba el oráculo. La decoración escultórica fue obra de Scopas. El templo se comenzó a construir a mediados del siglo IV a.C. y se inauguró dos siglos después.

Los Tholoi se consideran construcciones de carácter religioso, ya que se encontraban en los tres santuarios principales; Delfos, Epidauro y Olimpia. No obstante, se desconoce cúal era su función exacta.

Tholos Santuario de Delfos

El edificio más antiguo de estas características es el Tholos del Santuario de Delfos que se fecha en el año 380 a.C. El santuario de Delfos tiene dos partes, la más alta, considerada como la principal, está dedicada a Apolo, la parte baja está dedicada Atenea Pronaia. Delante del templo se situaban unos edificios rectangulares que se dedicaban a los tesoros. En definitiva, se trata de un edificio circular construido en mármol pentélico, situado sobre una crepidoma con tres escalones. Presenta un anillo columnario compuesto por 20 columnas dóricas y en su interior se hallaba un banco adosado que tenía 10 columnas de orden corintio cuya función era exclusivamente decorativa y no sustentadora. Es el uso más antiguo que se conoce de este orden.

Planta Tholos Santuario de Epidauro

Del Tholos del Santuario de Epidauro sólo queda una parte subterránea. Era de características exteriores similares al de Delfos. Edificio de orden dórico, realizado en mármol de Paros, tenía 26 columnas y un banco adosado en piedra caliza negra en el interior donde se alzaban 14 columnas de orden corintio. Posiblemente estaba ligado a una función relacionada con la adivinación y con el templo de Asklepios.

Por último el Tholos del Santuario de Olimpia. Sólo quedaba el basamento circular, pero en la actualidad aparece muy restaurado. Se le cita con el nombre de Filipeion, porque fue levantado por Filipo II, padre de Alejandro Magno, después de la Batalla de Queronea en el 338 a.C..

Tholos Santuario de Olimpia, Filipeion

Es en estos momentos cuando comienzan a construirse los primeros teatros estables. Sus orígenes se relacionan con el culto al dios Dioniso aproximadamente en el siglo VI. Estas representaciones se realizaban en lugares geográficamente aptos por su acústica, de ahí se pasó a realizar asientos de madera y esto llevo a comienzos del siglo IV a la construcción del primer teatro estable.

El primero de estos teatro es el conocido como Teatro de Dioniso en Atenas o Teatro de Dioniso Eleuthereos. Fue realizado en mármol Pentélico y se sitúo en la ladera sur de la Acrópolis. Su principal característica era aprovechar una pendiente natural. Sus elementos eran sencillos y básicamente son tres:

  • Graderío o Theatrón; consta de una serie de escalerillas en número variable y cada uno de los sectores de Theatrón están divididos en dos zonas horizontalmente, si es de gran tamaño, por un pasillo llamado diazoma. La zona que queda delimitada por las escalerillas y la diazoma es conocida con el nombre de kerkidés.
  • Orchestra; puede ser una zona semicircular, mayor de medio circulo o circular. Su función era la de situar al coro.
  • Skene; Se trata de una plataforma baja donde se situaban los artistas y detrás, como telón de fondo, la naturaleza.
Planta Teatro de Dioniso
Teatro de Dioniso, Atenas

El teatro de Dioniso fue modificado parcialmente en época romana, aunque conserva elementos originales como el pavimento de la orchestra (tiene como decoración un rombo en la zona central) y parte de los graderíos. En el centro de la orchestra se situaba un pequeño altar en el que se dedicaba la función al dios Dioniso. La primera investigación de este edificio realizada por el arquitecto alemán J. H. Strack data de comienzos del siglo XIX.

Teatro de Epidauro

El lugar donde se construyó el Teatro de Epidauro se eligió por su excelente acústica. El edificio se inauguró en el año 350 a.C., momento de pleno apogeo de la construcción de este tipo de edificios. Su aforo era de unos 8.000 espectadores, aunque tras la construcción de un terraplén con gradas suplementarias pudo albergar 14.000 espectadores, siendo el más grande de Grecia. Polícleto el joven fue su arquitecto. El edificio estaba realizado en piedra caliza. Se caracteriza porque el Theatrón es ultra-semicircular. Está dividido por una diazoma, pero no por la mitad, el nivel inferior cuenta con 32 filas de gradas, divididas en 12 kerkides por 11 escaleras y el nivel superior cuenta con 20 filas de gradas y 22 kerkides. Las gradas existen aún en gran parte. La orchestra es de forma circular. Lo que peor se conserva es la skene, que tenía unas columnas jónicas como telón de fondo. Con posterioridad se añadieron dos puertas para unir la skene con el theatrón. La altura de los asientos disminuye; los de la parte superior son de unos 30 cm. mientras que los de la parte inferior son de 40 cm. Además los asientos de la zona baja eran huecos en su parte inferior para poder colocar los pies hacía detrás.

Los monumentos honoríficos son también una nueva tipología constructiva que nos encontramos en estos momentos. Una de estas construcciones es la denominada Linterna de Lisícrates, también conocida como Monumento de Lisícrates y Monumento corégico de Lisícrates fue erigida en Atenas, cerca de la Acrópolis, por el corego Lisícrates en 335-334 a.C., para conmemorar el primer premio que había ganado ese año en el teatro de Dioniso con un coro de hombres. El corego, en la Antigua Grecia financiaba y supervisaba el trabajo del coro.

El monumento se encuentra en la zona llana de la parte norte de la ciudad, en un barrio típico llamado Plaka. En realidad se trata de la base de un pequeño trofeo de bronce llamado Trípode. Estos monumentos se situaban en una calle llamada Calle de los Trípodes que conducía al templo de Dioniso.

Se trata de una estructura maciza compuesta por un pedestal cúbico de piedra caliza y la parte que descansaba sobre el pedestal de mármol pentélico macizo que imitaba un tholos. Esta pieza superior se decoraba con semicolumnas de orden corintio, sobre las que descansaba un elemento que recordaba el entablamento de ese tipo de templos. En cuanto a los relieves, estos hacen referencia a episodios de la vida del dios Dioniso. En la parte superior aparece un remate que recuerda un capitel corintio sobre el que se situaría el trofeo.

Linterna de Lisícrates, Atenas
Ilustración del Mausoleo de Halicarnaso

El Mausoleo de Halicarnaso fue tan importante que el nombre del propietario a dado nombre a los monumentos funerarios posteriores, su nombre era Mausolo. El monumento fue considerado una de las siete maravillas de la antigüedad. Estaba situado en Halicarnaso capital de la zona de Caria. Mausolo fue un admirador de la arquitectura de la antigüedad y con la ayuda de su esposa Artemisa; que fue quien terminó el monumento, realizó esta obra recurriendo a ejemplos de la arquitectura de la antigüedad.

El templo estaba situado en un lugar estratégico, pero a partir del siglo XV fue saqueado y finalmente sus piedras fueron reutilizadas para la construcción de un castillo. Media prácticamente 50 m de altura y era de planta rectangular. Era impresionante tanto por la arquitectura como por la calidad de las esculturas que lo decoraban. Entre otros, el arquitecto principal fue Pitheos de Priene, como organizador de la parte escultórica Scopas, y luego otros como Bryaxis.

El templo se alzaba sobre una base rectangular con dos escalones. Era en edificio de orden jónico de 9 x 11 columnas. Como cubierta del templo se utilizó una especie de pirámide escalonada y rematando la construcción había un grupo escultórico realizado en bronce que representaba una cuadriga dirigida por Mausolo y Artemisa.

En los escalones de la base había decoración en mediorrelieve, que disminuían de altura conforme mayor era la altura en la que se situaban. Los temas de los mediorrelieves hacían referencia a dioses y héroes. También en las zonas del intercolumnio se situaron figuras de la familia de Mausolo. En lo que se refiere a la decoración de los frisos el tema tratado pertenecía a la antigua tradición griega. Los restos que quedan son unos fragmentos de leones y algunas figuras del intercolumnio que en la actualidad se hallan en el Museo Británico.

Hasta el siglo IV a.C. no podemos decir que los estadios fueran una construcción propiamente dicha. En realidad, se trataba de espacios de unos doscientos metros de longitud que aprovechaban la orografía natural, el desnivel de una ladera, y no contenían gradas.

El Estadio Panatenaico fue uno de los primeros, si no el primero. Albergaba los juegos dedicados a la diosa Atenea, en época anterior la estructura tenía asientos de madera pero en el siglo IV a.C. se construyó sobre la antigua estructura una nueva construcción en mármol con gradas de este material. Esta construcción fue renovada y ampliada en el siglo II d. C., con una capacidad de 50.000 espectadores.

Actual Estadio Panatenaico, Atenas

Ya en el siglo XIX, los restos de la antigua estructura fueron excavados y se rehizo el estadio que albergó en 1870 y 1875 los considerados precedentes de los Juegos Olímpicos Modernos. Posteriormente, en 1895, el estadio fue renovado para albergar los Juegos de 1896, primeros Juegos Olímpicos Modernos.

Estadio de Epidauro

El Estadio de Epidauro fue construido en la segunda mitad del siglo IV a.C. probablemente sobre una estructura similar anterior. De forma rectangular, tenía unas dimensiones 181 x 45 m, y estaba rodeado por gradas de piedra en todos sus lados.

Escultura

Los escultores más importantes de estos momentos son Praxíteles y Scopas, una tercera figura ligeramente posterior es Lisipo.

Praxíteles esculpió exclusivamente obras exentas. Nació en Atenas aproximadamente en el año 400 a.C. y era hijo de un escultor llamado Cefisodoto, pertenecía una familia acomodada. Para sus esculturas características femeninas utilizó una modelo llamada Frine. De toda su producción, tanto bronces como mármoles sólo ha llegado un original a nuestros días El Hermes de Olimpia, que fue realizada en mármol.

Su obra resulta revolucionaria respecto de otros escultores porque traslada a la escultura la textura de la carne. Sus esculturas parecen tener un cierto desequilibrio como consecuencia de la curvatura que adquiere el tronco, conocida como curva praxiteliana, lo que hace necesario un soporte extra-corpóreo. Es el primer escultor que representa la figura de la mujer desnuda, en la que se acentúa la característica de la blandura de la carne. Generalmente representará Afroditas.

El Hermes de Olimpia fue encontrada entre las ruinas del templo de Hera en Olimpia a finales del siglo XIX (1887). Se identificó como obra de Praxíteles basándose en los relatos del viajero griego Pausanias, él que relata la existencia de la estatua en el templo.

Hermes de Olimpia

La escultura representa al dios Hermes, el mensajero de los dioses, sosteniendo con la mano izquierda al dios Dioniso niño para ponerlo a salvo de Hera, que quería matarlo por ser el fruto de Zeus con una mortal. Muestra como Hermes enseña al niño un racimo de uvas para distraerlo y que no llore. Lo más importante es el juego de miradas en triángulo, que cierra la escultura en sí misma. Coloca como soporte del niño un poste disimulado con un paño de marcados pliegues que acentúan las diferencias entre el paño y la carne. El pie izquierdo cuya pierna representa flexionada no apoya completamente sobre el suelo. Por su parte el rostro resulta clásico. La escultura se encuentra en el Museo Arqueológico de Olimpia.

La Afrodita de Cnido representa a la diosa que más se dio a la sensualidad de la época. A Praxíteles le encargaron muchas de estas Afroditas, unas desnudas y otras vestidas como la Afrodita de Cos, la Afrodita Richelieu (s. II d.C.) se piensa que está inspirada en esta última. Pero la que se populariza será la Afrodita de Cnido. Tan sólo disponemos de copias romanas de ambas obras.

Afrodita Richelieu
Afrodita Cnido

En lo que se refiere a la Afrodita de Cnido, formalmente se trata de una escultura femenina desnuda de unos dos metros de altura, realizando una acción cotidiana, como es salir del baño. Es representada, no como una divinidad sino, como un personaje mortal. La mano derecha estaba situada a la altura del pubis, mientras con la mano izquierda se disponía a coger una túnica para cubrirse. Aunque, ciertamente, no se puede asegurar que está realizando la acción de cubrirse posterior al baño o la de dejar la túnica para comenzarlo. El tronco muestra claramente la curva praxiteliana. El personaje no mira de frente, sino que se ve sumido en la acción. Esta imagen pasó a considerarse la más bella y, por lo tanto, la más solicitada. La obra tuvo una gran repercusión social. Se data aproximadamente en el año 360 a.C..

En algún momento se le llamó la Afrodita púdica, por la acción de taparse. Aunque posiblemente no fue esta la acción que quiso mostrar el escultor, posiblemente lo que el autor quiso mostrar con este gesto es que era la parte más importante de la mujer o de la función de ésta, y esta es en ese momento la reproductora. Otra interpretación es que la protagonista se siente observada e intenta cubrirse.

Apolo Sauróctono atribuido a Praxíteles
Apolo Sauróctono

El Apolo Sauróctono es una estatua de bronce, de tamaño natural. El nombre hace referencia a la acción; Apolo matando el réptil. La postura es extremadamente curvada, de una forma tan indolente que si no fuera por el árbol se caería. En cuanto a la acción, representa un lagarto que sube por el tronco y el dios con la mano derecha va a matarlo, mientras con la izquierda se apoya en el tronco. Por fin los dioses estaban desmitificados; un dios matando un lagarto es una forma de ridiculizar la figura de Apolo. En definitiva se trataba de una visión moderna de los dioses.

Afrodita de Arlés

La Afrodita de Arlés, s. I a.C., puede ser una copia de la Afrodita de Tespias de Praxíteles, 370 a.C.. El original sería una obra temprana en la que la diosa aparece parcialmente cubierta, del mismo modo que lo harán obras posteriores, de época helenística, como la Venus de Milo. También se ha barajado la posibilidad de que el manto se añadiera en la copia de época romana.

La escultura fue restaurada, a finales de siglo XVII, por el escultor real François Girardon, que añadió algunos atributos como la manzana en la mano derecha, ganada en el Juicio de Paris, y el espejo en la izquierda.

También se le encarga la estatua de bronce que remataba la calle de los Trípodes de Atenas. Para este encargo realizó El Sátiro escanciador, la escultura nos muestra al personaje ejecutando la acción de servir vino en una copa. De esta obra contamos con distintas copias de época romana, una de ellas es la conocida como Sátiro Ludovisi Altemps, s. II d.C., que se encuentra en el Museo Nacional Romano, Palacio Altemps.

Un jarro y una copa fueron reemplazados, en una restauración del s. XVI, por un racimo de uva y por una copa respectivamente, definiendo la imagen de un sátiro versante; el que vierte una bebida.

Sátiro Ludovisi Altemps

Scopas nació en la isla de Paros, pero se formó en Atenas. En su obra destaca el movimiento y el dramatismo. Por otra parte, se diferencia de Praxíteles en que él se dedica fundamentalmente a colaborar con los proyectos arquitectónicos más importantes:

  • Atenea Alea.
  • Mausoleo de Halicarnaso.
  • Atenea de Éfeso.

Sus obras exentas se caracterizan, por un movimiento dramático y violento, a diferencia de la suave melancolía de la obra de Praxíteles. Una de las figuras de Scopas es la Ménade danzante, también conocida como Ménade enloquecida, realizada hacia el 330 a.C.. Representa un personaje femenino que participa en el cortejo de Dioniso, en Roma estas figuras femeninas eran conocidas como Bacantes. La estatuilla portaba un cabrito muerto sobre los hombros mientras bailaba frenéticamente.

Ménade danzante

Nos encontramos ante un personaje en pleno éxtasis, con el cuerpo violentamente arqueado hacia detrás, mientras que la cabeza gira violentamente hacia la izquierda y sus ojos, en unas profundas cuencas, enfatizan el carácter enloquecido de la escena. La violenta acción se manifiesta también en la colocación de la túnica, que unido a la utilización de la técnica de los paños mojados permiten entrever la anatomía de la figura femenina. El autor, partiendo del naturalismo, se aleja radicalmente del idealismo clásico.

En la actualidad contamos con una copia, de época romana, a la que le faltan las extremidades superiores y parte de ambas piernas. La estatuilla mide 45,5 cm y se encuentra en el Museo Albertinum de Dresde.

Friso de las Amazonas

Como ejemplo de las contribuciones de este escultor en los templos, sabemos que dirigió, o al menos colaboró, en la decoración escultórica del Mausoleo de Halicarnaso. Por ejemplo, se le ha atribuido el friso de las Amazonas, en el que se puede apreciar la agitación propia de la obra de Scopas. Disponemos de un fragmento que se encuentra en el Museo Británico, en él vemos como dos guerreros griegos se disponen a matar a una amazona mientras ella implora compasión, en el otro extremo de la escena un tercer guerrero derriba a una amazona del caballo.

Mausolo¿?

Otra obra de este edificio, también atribuida en alguna ocasión a este autor, es la estatua que se identificado, pero sin ninguna prueba de ello, con la figura de Mausolo. Se trata de una escultura monumental, 3 m de altura, que representa la figura de un rey, de carácter noble, con la vestimenta propia oriental del Asia Menor, de la que destaca la complejidad y perfección de los plegados. No se trata de la imagen clásica griega.

Lisipo es el último gran escultor clásico, habrá otros escultores, pero no alcanzaran la categoría de los anteriores. Lisipo nació en Sicione, y se formó en la escuela de broncistas de Argos, por lo que sólo trabajó el bronce. Dijo que sus maestros fueron la naturaleza y el doríforo de Polícleto. Esculpió más de 1500 esculturas y fue el escultor oficial de Alejandro Magno. Su especialidad, fueron los atletas y las figuras masculinas en general.

No se conserva ningún original, pero contamos con dos copias de sus obras realizadas en mármol, el Apoxiómeno y el Hércules Farnesio.

Apoxiómeno de Lisipo

El Apoxiómeno es un atleta al que se heroiza el cuerpo, pero en lugar de plasmar el momento en el que éste realiza una acción violenta, se limita a mostrar el momento en el que el atleta realizar una acción cotidiana, el momento de quitarse la mezcla de sudor y polvo, con una herramienta de bronce curva llamada estrigilo. La figura carece del contraposto de Praxíteles, e incluso presenta un equilibrio inestable. Lo más significativo es el movimiento de los brazos, que se sitúan por delante del cuerpo, creando un espacio entre ambas partes del cuerpo, lo que nos permite apreciar la figura desde múltiples puntos de vista. El canon resulta algo alargado –más de ocho cabezas–. Y el rostro está completamente carente de expresividad. La musculatura se trata de forma suave, lo que incide en fijar la atención en el acto cotidiano

Lisipo esculpió multitud de figuras de Hércules, encargadas por Alejandro Magno, quien se autoproclamaba descendiente del héroe griego. Del Hércules Farnesio, copia de época romana que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, se dice que es una copia bastante tosca, ya que este personaje era el preferido de Alejandro Magno y tiene algunas deficiencias. Representa a Hércules no como un dios, sino como a un héroe vencido, cansado y envejecido. Aparece apoyado sobre la piel del león de Nemea, con el brazo izquierdo caído, mientras que en la mano derecha sostiene la manzana del jardín de las Hespérides. En cuanto a las proporciones no están bien logradas y la cabeza resulta algo pequeña.

Hércules Farnesio

Entre los escultores de segunda categoría, se puede citar a Leocares, que además de colaborar con Scopas, destaca por la realización del Apolo de Belvedere. Lo que tenemos no se trata del original, sino de una copia bastante tardía, de alrededor del siglo II d.C.

La escultura presenta el consabido apoyo del tronco, necesario en las copias en mármol. Se ha interpretado que la túnica fue un añadido del copista, con lo que la escultura presentaba una apariencia más teatral. Tradicionalmente se ha considerado que se trataba de una copia de un bronce de Leocares, aunque no hay pruebas concluyentes que lo demuestren. Plinio y Pausanias citan la obra pero no la describen, volviendo la cita una evidencia débil.

Apolo Belvedere

Otro de los problemas con el que nos encontramos es que no aparecieron las manos de la escultura, por lo que se desconoce la acción que estaba realizando. Dado que el dios portaba un carcaj a la espalda se ha interpretado que en la mano izquierda sujetaba un arco y es, hacia la izquierda, donde dirige la mirada, como si siguiera la trayectoria de la flecha recién lanzada. Las piernas insinúan un paso hacia el frente. En cuanto al peinado es el denominado de nido de abeja, estilo que no se documentó en la época clásica y sólo aparece en el helenismo. Nos encontramos ante una obra que presenta multiples puntos de vista y numerosas incognitas.

Otros artistas del siglo IV son Timoteo, Bryaxis y Cefisódoto.

También tenemos obras anónimas o cuya autoría no ha sido plenamente confirmada. Entre estas obras destaca un original griego, que se ha sugerido podía ser obra de Leocares, realizado en mármol alrededor del 330 a.C. y conocido como Deméter de Cnido, se trata de una estatua de culto que se encontraba en el interior del templo de Deméter en Cnido, adosada a la pared. La diosa aparece sentada en un trono, estática y algo arcaizante. Lo más interesante es el drapeado, en concreto, la forma en que caen los pliegues de la túnica. Las manos, hoy desaparecidas, se apoyaban sobre las piernas.

Deméter de Cnido
Ares Ludovisi

Otra escultura anónima es el Ares Ludovisi, que debe su nombre a la importante familia romana Ludovisi y que se encuentra en el Museo Nacional Romano, Palacio Altemps. Tiene añadidos posteriores, como la espada y el niño, obra de Gian Lorenzo Bernini. Representa la figura del dios descansando, sentado junto al escudo. Por el aspecto del rostro se llegó a pensar que podría tratarse de una obra de Lisipo, pero no existe certeza de ello. En la actualidad se ha barajado la posibilidad de que esta escultura formara parte de un grupo y que el personaje representado fuera Aquiles y no el dios griego.

También anónimo es la escultura de Alejandro Magno, conocida como Alejandro Rondannini, que se encuentra en la Gliptoteca de Múnich. Se trata de una copia de un grupo anterior que se ha querido atribuir a Leocares. El joven rey, o todavía príncipe, se dispone a subir a un carro de guerra guiado por Filipo de Macedonia. Se trata de una imagen idealizada, el personaje aparece desnudo como los héroes griegos. Presenta los rasgos de una persona joven con abundante pelo rizado. El rostro no muestra tristeza ni melancolía, por el contrario es un rostro, que muestra una gran seguridad en sí mismo.

Los griegos jamás realizaron bustos, para ellos era inconcebible este tipo de representación, puesto que para ellos las estatuas representaban un ideal de belleza y todas sus estatuas fueron de cuerpo entero. Los romanos si que realizarán este tipo de esculturas.

Alejandro Rondanini

Pintura y cerámica

La pintura sigue la misma tónica de etapas precedentes, por lo que carecemos de originales, aunque si que contamos con el nombre del pintor más famoso –pintor oficial de Alejandro Magno–, llamado Apeles. Tenemos noticias de dos de sus obras, sabemos que pintó La Afrodita Anadiomene (Afrodita saliendo de las aguas) y la composición llamada La calumnia, que Botticelli trato de pintar.

En cuanto a la cerámica, por una parte continúa la técnica de las figuras rojas. Pero como consecuencia de la crisis los artesanos se trasladan por el Mediterráneo donde crean escuelas fuera de Grecia. Se producen cambios técnicos que introducen nuevos colores, como el amarillo claro y el rosa pálido. A este tipo de cerámica se la conoce con el nombre de Kerch, de este tipo hay pocos ejemplos. También se cambian las formas y aparecen copas con tapadera.

En la zona de la Magna Grecia, se dedican a imitar la cerámica antigua de figuras rojas, sobre todo en la zona de Italia, donde se le conocerá con el nombre de cerámica Italiota. Ésta carecía de calidad técnica y los temas representados solían ser grotescos, relacionados con el teatro y los temas populares. Las formas solían ser grandes vasos –Crateras–.

Utilizamos cookies propias y de terceros con el fin de mejorar los servicios y, en algún caso, mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración de su navegador u obtener más información ‘aquí’.